- Mira esa, qué friki.
- Vamos a por el palo, que no se mueve ni habla con nadie.
- Qué gafas más feas.
- Ella no habrá sido, es muy buenecita.
- Habrá pasado toda la fiesta de pijamas leyendo.
A menudo pienso que la gente no sabe mucho de mí, y sé que es culpa mía, apenas cuento todo lo que se pasa por mi cabeza. Entonces todo sería diferente, raro, extraño.
El silencio es bonito, la soledad también lo es. No voy a decir que querer no sea bonito, que no tenga amigas que traten de acompañarme moralmente y crean conseguirlo. Pero...
Si pudiera empezar de nuevo, ¿empezaría?
¿Cómo de mayor soy realmente?
En realidad, pienso mucho. Pienso mucho y no digo nada, pero pensar pienso. Soy una cría, soy pequeña. ¿Son mis ideas, mis teorías, mis propósitos, mis experiencias, mis lágrimas lo que me hace mayor, o solo lo creo? Tal vez sea solo una ilusión. En el espejo veo reflejada a una chica a la que no conozco.
Dejadme descansar un rato
Esto no quiere decir que no os quiera,
que no os aprecie. Quiere decir que quiero sentarme en mi cama, mirar
las densas nubes desde mi ventana y perderme en el sonido del viento. Porque en ese momento no hay nadie allí. Nadie que me pueda criticar, nadie que me pueda hacer llorar, nadie que no me entienda ni de lejos.
No confiar en nadie. Borrar los recuerdos. Olvidar el mundo. Sentir la necesidad de pasar de todo.
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